domingo, 22 de enero de 2012

El Semáforo .post ASG


Señales para el control de tráfico en los cruces de carreteras Garret Augustus Morgan,
Cleveland, Ohio
Presentada el 27 de febrero de 1922 y publicada como US 1475024

Garret Morgan nació en Kentucky, hijo de antiguos esclavos. Tuvo poca educación formal, pero le gustaba experimentar con cachivaches mientras se ganaba la vida reparando máquinas de coser. Trasladado a Cleveland en 1895, consiguió abrir su tienda de reparaciones en 1907, a la que más tarde añadió una exitosa sastrería. En 1914 Morgan patentó dos capuchas de seguridad para uso en atmósferas llenas de humo, que se publicaron como US 1090936 y US 1113675 para la National Safety Device Company. Aunque parecían sacadas de una película de ciencia-ficción, eran efectivas. Las usó en el rescate de varios hombres atrapados en un túnel el 25 de julio de 1916, lo que fue una noticia de alcance nacional. Los pedidos crecieron y las tropas norteamericanas utiliza­ron el equipamiento como máscaras antigas en la i Guerra Mundial.

Su segundo invento más importante fue el semáforo. Cada vez más y más automóvi­les compartían las carreteras con carruajes y bicicletas. Un día Morgan vio un acciden­te entre un automóvil y un carro de caballos en el que una niña resultó seriamente heri­da. Entonces había un mecanismo para ceder el paso operado por un policía. Era costoso en mano de obra, no permitía las paradas completas y asumía que el tráfico siempre se movía en una dirección u otra. Se le ocurrió colocar señales rojas y verdes combinadas con un timbre de advertencia y consiguió que la American Traffic Light Company los instalara el 5 de agosto de 1914 en la esquina entre la calle 105 y la Avenida Ludid, de Cleveland. Este invento no fue patentado y otras versiones de otros inventores, como una utilizada en Nueva York en 1918 con luces rojas, verde y ámbar tampoco lo fueron.

El invento de Morgan constaba de manivelas eléctricas que giraban los brazos que mostraban el derecho de paso o la obligación de pararse. Todavía aparecía el usual «stop». La figura 1 muestra el invento deteniendo el tráfico que se aproxima de frente y dando paso al tráfico que se aproxima de lado, lo que puede observarse por el «go» que aparece en el extremo del brazo derecho y a la derecha del extremo superior del poste. La figura 2 muestra los dos brazos levantados para detener todo el tráfico (ya que en todos los lados se puede leer «stop») y que puedan pasar los peatones. La figura 3 es una vista lateral de la figura 1 y la figura 4, de la 2. También aparece en el diseño un meca­nismo para evitar cualquier daño absorbiendo la inercia.

Un semáforo manual llegó a Londres en 1926 y un sistema automático se instaló en Wolverhampton en 1927. El invento de Morgan se utilizó en todo Estados Unidos has­ta que fue reemplazado por los semáforos modernos. Finalmente, vendió sus derechos a General Electric por 40.000 dólares, una cantidad considerable para la época. Murió en 1963, poco después de recibir una condecoración del gobierno norteamericano por su contribución a la seguridad del tráfico.

Fuente: Inventos de Un Siglo Que Cambiaron el Mundo Stephen Van Dulken

CONGELACIÓN DE ALIMENTOS.post ASG



Congelación rápida de alimentos para su conservación y posterior descongelación Clarence Birdseye, Gloucester, Massachusetts, para Frosted Food Company
Presentada el 18 de junio de 1927 y publicada como US 1773081 y GB 292457

Clarence Birdseye nació en Brooklyn en 1886. Su primer trabajo fue el de naturalista y después como comerciante de pieles en Labrador entre 1912 y 1917. Fue allí donde descubrió que los esquimales cuando capturaban un pescado lo colocaban sobre un trozo de hielo.

En invierno, expuestos a los vientos gélidos, los pescados se congelaban casi de inmediato, pero el sistema era menos efectivo cuando hacía menos frío. Cuanto más rápida era la congelación, mejor era el sabor del pescado que podía consumirse meses después, lo cual se explica porque los cristales de hielo que se forman son menores; las paredes celulares no resultan dañadas y cuando se descongela el alimento, éste mantiene su sabor, textura y olor.

La primera patente de Birdseye, presentada en 1924 con el número US 1511824, tenía por titulo «Preparación de productos de la pesca», por lo que el inventor sólo pensaba en el tratamiento de pescado. Sobre este tema comentaba que la presencia de aire, como en los barriles de pescado con hielo, dificulta la congelación y permite el desarrollo de bacterias una vez vuelve a subir la temperatura. Se requiere una cámara aislada con numerosas celdas o «marcos» que contienen el pescado mientras el espacio intermedio se rellena de salmuera que actúa como refrigerante.

Era ésta una laboriosa manera de intentar congelar los alimentos. Birdseye fue también el responsable de la patente US 1608832 que proponía algo sorprendente como los fishfingers (pero sin ningún revestimiento). Birdseye fundó una compañía pero fue a la quiebra. El público conocía los alimentos congelados, pero al congelarlos más lentamente no tenían después buen sabor. Se trasladó a Gloucester, un puerto de pescadores, y con unos socios montó otra compañía. La ilustración muestra su técnica mejorada. La «cinta congeladora» tiene dos cintas congeladas de metal que mueven las cajas de alimentos. Estos se congelan rápidamente a alta presión.

Pero Birdseye seguía sin vender el producto y decidió que necesitaba un socio en la industria de la alimentación que le ayudara con la distribución. Finalmente, la Postum Company, un fabricante de cereales, aceptó ser ese socio y Birdseye acabó por venderle sus derechos. Esto incluía la utilización de su nombre como marca de fábrica, aunque dividido en dos: la marca Birds Eye, se registró en 1931. Postum inició una campaña en la que se regalaban muestras en las tiendas y se daban charlas a grupos, y finalmente las ventas comenzaron a crecer.

La producción se diversificó con la inclusión de los zumos de frutas, pero las verduras fueron un problema hasta que Donald Tressler pensó que era necesario escaldarlas antes de congelarlas. Clarence Birdseye murió en 1956 con más de 350 patentes a su nombre.

Fuente: Inventos de Un Siglo Que Cambiaron el Mundo Stephen Van Dulken

la Cremallera .post ASG

Cierres dentados que pueden abrirse y cerrarse a una altura discrecional

Gideon Sundback, Meadville, Pensilvania, para Hookless Fastener Company

Presentada el 27 de agosto de 1914 y publicada como US 1219881 y GB 12261/1915

Tradicionalmente, se utilizaban botones o alguna clase de broches para cerrar prendas de ropa y bolsas, mientras hoy en día utilizamos cremalleras. La patente de Whitcomb Judson US 504037-38, publicada en 1893, fue la primera que incluía el con­cepto de dos cadenas de dientes que se abrían o cerraban moviendo una guía entre ellas. Diseñada para zapatos, era pesada e imposible de ser producida en masa con facilidad. También mostraba una tendencia a abrirse en los momentos más inoportunos. Apoyado por el «coronel» Lewis Walker, un abogado llamado Judson continuó trabajando en su idea. Con su patente US 1060378 creyó resolver el problema de la abertura incontrolada, sólo para descubrir que su secretaria necesitó un gancho para asegurarla cuando se la probó. El trabajo continuó hasta 1908.

Entonces apareció en escena Gideon Sundback. Nació en Suecia en 1880 y estudió ingeniería eléctrica antes de emigrar a Estados Unidos en 1905. Llegó a la compañía, casándose después con la hija de Peter Aronson, un mecánico de la empresa. Recibió todos los derechos en el extranjero de las patentes.

Hasta entonces el trabajo se había basado en la idea de los corchetes y Sundback la siguió, pero no tuvo éxito y decidió probar algo diferente. A un lado estarían las mor­dazas y al otro las piezas que encajarían en ellas. Un carro las apretaba para cerrarlas o abrirlas. No acababa de funcionar bien (las mordazas se desgastaban con facilidad), pero le pareció que estaba en el buen camino. Finalmente, una segunda versión dis­ponía tiras con dientes iguales a ambos lados que encajaban y se separaban con el movimiento del carro. Como las dos tiras eran idénticas e intercambiables, el concepto era susceptible de ser producido en masa, y aunque se mejoró para hacerlo más barato y fácil de construir, era ésta la idea básica de la cremallera. Sundback diseñó máquinas para estampar los dientes y fijarlos a las tiras.

La compañía tuvo dificultades para interesar a los fabricantes que podrían comprar grandes cantidades de su producto. En la i Guerra Mundial empezó a utilizarse en los trajes de los pilotos y los salvavidas. La compañía Goodrich, dedicada a los productos de goma, hizo un gran encargo de cremalleras y lanzó al mercado la bota Mystik. Cuando los vendedores dijeron al presidente de Goodrich que el nombre no atraía el interés del público, éste dijo: «Lo que necesitamos es un nombre que sugiera acción... algo que dramatice cómo la cosa hace zip (en inglés zip significa silbar y zipfastener, cremallera). Entonces supo que lo había encontrado. La empresa registró la marca de fábrica «Zip fastener boot» en 1925; la palabra se hizo tan popular que la gente empezó a utilizarlo como nombre, por lo que finalmente perdió su protección. Sólo en 1935 se introdujo el uso de la cremallera en las prendas de ropa.

Fuente: Inventos de Un Siglo Que Cambiaron el Mundo Stephen Van Dulken

Maquinilla de afeitar.post ASG

Cuchilla que reduce el riesgo de cortarse

King Camp Gillette, Brookline, Massachusetts, para Federal Trust Company

Presentada el 3 de diciembre de 1901 y publicada como US 775134-5 y GB 28763/1902

Gillette nació en Wisconsin en 1855. Muy pronto su familia se trasladó á Chicago, donde lo perdieron todo en el gran incendio de 1871. El joven Gillette intentó ganarse la vida como viajante y también se le ocurrieron varios inventos menores. Empezó a vender una nueva idea, tapones de botella revestidos de corcho y un día encontró a su inventor, William Painter. En su conversación, Painter sugirió a Gillette que inventara algo que se usara, se tirara y se volviera a comprar; algo perfecto para un vendedor.

La idea de una navaja que utilizara una cuchilla de un solo uso se le ocurrió de repente una mañana mientras se afeitaba. Afeitarse uno mismo era un asunto peligroso, con un riesgo inminente de cortarse, las cuchillas debían afilarse continuamente o sino debía visitarse un barbero. Gillette salió y compró piezas de latón, cinta de acero que se utilizaba para la cuerda de los relojes, un pequeño torno de mano y una lima. Construyó una maquinilla primitiva inicial y trabajó en la idea durante seis años. Necesitaba fabricar una cuchilla barata a base de acero planchado y que fuera dura y templada para poder darle una hoja afilada. No sabía nada de acero (y en verdad tenía pocos conocimientos de ingeniería) y tenía confianza en poder desarrollar el producto aunque los expertos le dijeron que era imposible.

Se las arregló para encontrar apoyo financiero. Sus socios incluían un inventor, William Nickerson, quien sugirió hacer el mango lo bastante pesado para facilitar el ajuste entre el filo de la cuchilla y la guarda de protección. En 1902 y después de expe­rimentos sin fin, se consiguió determinar el tamaño, la forma y el grosor ideales, un proceso para fabricar el acero adecuado, un mango en forma de T que se pudiera girar para usar los dos lados de la cuchilla y equipos para afilar el acero. La firma estaba endeudada, pero pronto despegaron las ventas. Si en 1903 se vendieron 168 cuchillas, en 1904 se vendieron más de doce millones. La cara de Gillette aparecía en el envolto­rio de todas ellas.

Gillette pronto se hizo millonario y se retiró de la dirección activa en 1913, aunque siguió siendo presidente hasta 1931. Se trasladó a California para cultivar frutales y dedicar más tiempo a su otra pasión, el establecimiento de un nuevo sistema economico. Desde 1894, Gillette escribía sobre la abolición de la competencia y sobre confiar la dirección del mundo a los ingenieros. Se construirían enormes comedores comunales para eliminar el gasto de que cada hogar deba hacerse su propia comida y las cataratas del Niágara producirían energía para toda la industria. En 1910, ofreció un millón de dólares al expresidente Theodore Roosevelt para que encabezara su World Corporation en el entonces Territorio de Arizona. King Camp Gillette murió en Los Ángeles en 1932.

Fuente: Inventos de Un Siglo Que Cambiaron el Mundo Stephen Van Dulken

La Música de El Lado Oscuro

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