En el Estandarte de Ur (Mesopotamia 2500 a d C.) podemos observar la primera representación gráfica de los carros de guerra, en él, aparecen carros de cuatro ruedas macizas tirados por recuas de cuatro onagros arrollando a sus enemigos. Estos primeros carros, aparecen en torno al 2800 a.C., eran ligeros con un frente protector, costados bajos, cuatro o dos ruedas macizas, además de un simple timón con un tiro de cuatro asnos u otros équidos. Estos primeros vehículos eran bastante rápidos,pero no eran fáciles de girar ni de dominar, debieron de ser muy difíciles de manejar en combate, y es probable que se utilizaran más para la defensa y la logística que para el ataque (salvo cuando tenían clara ventaja), por aquel entonces el carro de guerra era más un símbolo del poder de reyes y nobles guerreros que un arma real. En los primeros siglos del 2º milenio a.C. este arma se perfecciona cada vez más, la caja se aligera y se fija a un único eje, aparecen las ruedas radiadas, posteriormente reforzadas con llantas de metal, y se desarrollan nuevas formas de atalaje y yugos que permitían tiros mucho mayores de tres o cuatro caballos, y una mayor maniobrabilidad, pero la verdadera imnovación fueron los avances de las ganaderías nómadas, en la cría de caballos y el empleo de estos en el tiro de carros cada vez más ligeros que hacia el 1600 a.C. revolucionaron el arte de la guerra en el Oriente Antiguo. En esta época el carro de guerra alcanzó todo su potencial militar, la guerra hasta entonces dominada por la infantería se convierte en un ejercicio de movimientos, y el carro con su rapidez, y capacidad para cargar y romper el frente enemigo constituye el arma más poderosa y temible que dominará el arte militar durante casi un milenio en el Próximo Oriente extendiéndose a los Estados de la Edad del Bronce en el Mediterráneo Oriental, a la India, y a China, es decir el mundo "civilizado" de la época.
El carro de guerra fue en todas estas culturas una unidad de élite, podían cargar sobre la infantería con el objeto de romper las formaciones enemigas, para ello, se idearon carros falcados, provistos de largas cuchillas en los extremos de sus ejes, resultaban ideales para romper las filas de infantería, obligando a sus integrantes a dispersarse. Pero la táctica más común consistía en aprovechar la rapidez del carro para aproximarse al enemigo en formación de media luna y hostigarle desde lejos, entablando combate cuerpo a cuerpo solo cuando se cuenta con clara superioridad. Un carro ligero con un conductor y un arquero, podía lanzar unas 6 flechas por minuto, 100 carros con dos arqueros cada uno lanzarían unas 1200 en el mismo tiempo. Los carros de guerra eran tecnología punta, los tanques "leopard" del momento, si el enemigo no disponía de ellos, las victoria era casi segura, aún así, se podía luchar y se luchaba contra ellos, el carro servía de poco, fuera de las llanuras, un simple hoyo o una piedra podían inutilizarlos, y en la infantería existían soldados especializados en introducir lanzas entre los radios de las ruedas.
Hacia el 1600 a. C. el carro alcanzó su pleno potencial militar cuando se dotó de armadura defensiva para caballo, vehículo, y tripulación y con un completo armamento ofensivo para el combate a pie y montado: arco compuesto, un gran número de flechas, jabalinas, armas de mano, y lanzas pesadas. El chariot-system (guerra organizada en torno al carro de guerra) dominaría el arte bélico durante casi un milenio desde la primera batalla conocida "Meggido" s. XV a.C. hasta la batalla de Gránico s. IV a C. en la que Alejandro Magno derrotó al rey persa Darío, la última contienda en la que participaron carros de guerra, sustituidos desde entonces por la caballería, que asume las mismas funciones que el carro y es mucho más barata. Los carros aún pervivirán en el mundo romano, tanto en desfiles militares, las famosas entradas triunfales, como en competiciones deportivas, que los bizantinos continuarían hasta el s VII d.C.
"la guerra en el Mundo Antiguo" Philip de Souza
"Historia de la guerra" J. Keegan
"Guerras y civilizaciones" Gerard Chaliand