lunes, 19 de diciembre de 2011

HISTORIA DE LA MERCROMINA.past ASG

MARCO UNA EPOCA, PERO AHORA... YA ES HISTORIA

Durante décadas, fue la reina de las curas caseras. Con su característico color rojo, la mercromina tiñó la niñez de millones de niños, que lucían en sus codos y rodillas las 'huellas' que dejaban los juegos en la calle. Como la sopa de letras o la tarta helada, tuvo su época dorada en nuestros hogares, pero, con el paso del tiempo, acabó destronada por antisépticos más modernos.

La mercromina llegó en los años 30 de la mano del químico José Antonio Serrallach Juliá, que conoció las bondades del producto durante su estancia en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (EEUU). Pronto se convirtió en uno de los medicamentos estrella de la empresa Lainco -que aún hoy comercializa el fármaco en España-, y en pocos años, el nombre comercial con el que Serrallach había bautizado al producto (el principio activo se denomina merbromina) se utilizaba como genérico en todo el país.

"Hasta los 70 se usó muchísimo", comenta Jordi Ballesta, el actual director técnico de Lainco. A partir de esa fecha, señala, las ventas comenzaron a descender y, aunque hasta mediados de los 80 era fácil encontrarlo entre el arsenal casero de medicamentos, el declive ya fue imparable.

La introducción de la povidona yodada en los hospitales del país marcó el inicio del ocaso. "Hasta entonces los centros utilizaban sus propios preparados como antisépticos, pero con la llegada de este producto dejaron de hacerlo y pasaron a comprarlo directamente. La gente siempre pregunta cómo continuar con las curas en casa y empezaron a apostar por el mismo fármaco que habían visto en el hospital", señala.

Los actuales sustitutos de la mercromina "en general, combaten un mayor número de gérmenes, su acción es más prolongada y provocan menos reacciones en la piel, por lo que han ganado terreno".

Los especialistas señalan que el hecho de que mercromina contenga cierta cantidad de mercurio en su formulación también ha contribuido a su olvido. "El mercurio se ha ido retirando progresivamente de nuestras vidas. La mercromina es segura, no hay problema en usarla como antiséptico, pero eso ha ayudado a su sustitución".

En España la merbromina sigue siendo un producto autorizado y aún empleado en algunas áreas como "el tratamiento del pie diabético o de los estomas", pero, en otros países, como EEUU, ha sido retirada del mercado.

En 1998 la Agencia del Medicamento estadounidense decidió poner punto y final a la historia del fármaco en el país sacándolo definitivamente de su lista de productos reconocidos como "seguros y efectivos". Sin embargo esta decisión se debió más a cuestiones administrativas que a un problema de seguridad del paciente.

"Como era un producto muy antiguo y no se había sometido a controles modernos, pidieron a los fabricantes que realizaran pruebas similares a las que se exigen a los fármacos nuevos para entrar en el mercado. En la época el producto ya no era rentable para las farmacéuticas, así que nadie hizo las pruebas y acabó retirándose".

Ahora la mercromina la hemos sustituido por el betadine... aunque todos recordamos que de niños, ese producto nos curo mas de una herida, verdad?


Fuente: elmundo.es

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