miércoles, 23 de febrero de 2011

Santa María del Naranco por D.




Santa María del Naranco es quizás la obra más importante de la arquitectura de los reyes asturianos. Edificada en el período ramirense (842- 850) de dicho arte es una de las escasas arquitecturas civiles -originalmente fue construida como palacio del rey Ramiro- altomedievales que ha llegado hasta nosotros. En su momento debió de formar parte de un complejo arquitectónico mucho más amplio, al que también perteneció la cercana iglesia de San Miguel de Lillo.
Se ha especulado mucho sobre los orígenes del arte asturiano, buscando sus precedentes en el mundo visigodo, en el carolingio, siendo cada vez más los autores que reconocen en estas obras un fuerte influjo romano, lo que obliga a pensar que la romanización asturiana no fue tan débil como se creía. Pero lo que más sorprende, es la tremenda imnovación de su sistema constructivo. Siglos después de la caída del Imperio romano, y doscientos años antes de que el románico levantase bóvedas por toda Europa, los arquitectos de Ramiro I prefiguraron sus líneas maestras en una bóveda de cañón sustentada por arcos fajones que trasladan los empujes de la cubierta hasta el muro reforzándolo con contrafuertes. Por ello se conoció este arte como prerrománico.
El edificio consta de dos plantas rectangulares divididas en tres dependencias, La más baja presenta una cámara central con evidentes paralelismos con la Cámara Santa de la catedral de Oviedo, flanqueada en los extremos por dos pequeñas dependencias. La planta superior reproduce este mismo esquema tripartito con una gran sala central y dos miradores que se abren al este y al oeste mediante amplias arquerías.
Exteriormente el edificio tenía una apariencia muy diferente a la actual, ya que sus muros de sillarejo, fueron recubiertos con estuco sobre el que una decoración pintada pretendía simular el empleo de materiales de construcción más nobles, al más puro estilo romano. Aunque de está decoración pictórica no nos ha llegado nada, si conservamos en este edificio una rica ornamentación escultórica totalmente subordinada al diseño arquitectónico.
La genialidad del arte ramirense plantea múltiples incógnitas, y aún hoy da lugar a muchos debates y controversias entre los especialistas. ¿Como pudo surgir, en el insignificante reino asturiano, un estilo arquitectónico maduro y plenamente desarrollado, en el que se amalgaman influencias romanas, bizantinas, carolingias, visigodas, e incluso irlandesas, sirias... etc, para dar lugar a una arquitectura plenamente desarrollada, planificada sin la más mínima duda y sin un sólo error? Está es hoy por hoy una pregunta sin respuesta. Algunos atribuyen los edificios del Naranco a un arquitecto desconocido y genial. (quizás el célebre Tioda) Personalmente esta es la tesis que más me convence, sobre todo por las grandes diferencias que se aprecian entre las arquitecturas ramirenses, y las de Alfonso II y III y por el hecho de que en el último edificio del reinado de Ramiro, Santa Cristina de Lena, los contrafuertes exteriores no se corresponden con los arcos fajones de la bóveda interior, es como si el arquitecto de Santa Cristina, utilizase un lenguaje constructivo que no acaba de entender. Algo que no debería sorprender si tenemos en cuenta el secretismo con que funcionaban los gremios medievales.

Fuentes: ninguna, aunque no lo creaís esto es lo que recuerdo de la facultad. No pretende ser un ensayo científico solo una nota duvulgativa.

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